
La red está llena de bloggers, youtubers, instagramers, tuiteros, etc… Para el no experto resulta difícil saber a quién seguir y de quien huir. No obstante, hay una serie de indicadores que pueden ayudarte.
Estas son algunas de las características que suelen tener:
Te cuenta su historia
Buscar la empatía, ese lazo de unión, es parte habitual de toda estrategia de marketing. “Yo era un chico débil que no conseguía ganar músculo” o “una chica que sufría obesidad y no conseguía perder ni un gramo de grasa pese a seguir las indicaciones habituales que se me daban”. Si en vez de contar su historia nos hablarán a gran escala, poblacional, con estudios, nuestro cerebro no se interesaría tanto, porque no te puedes poner en la piel de cientos o miles de personas, pero si de una. La historia suele estar llena de exageraciones como que entrenaban muy duro y no conseguían ninguna mejora y/o que pasaban por diversas dietas y su resultado era infructuoso.
Te venden su método
Una vez han conseguido que empatices con ellos, viene el momento de vender el método milagroso. Aquello que no consiguieron con años y años de sufrimiento basados en un entrenamiento poco útil (según ellos), lo han obtenido leyendo miles y miles de libros (esto me recuerda al exdictador de Corea del Norte que decía haber escrito todos los libros de la biblioteca nacional) y hablar con expertos del tema (evidentemente no hay nombres asociados de esos supuestos expertos). Obviamente, quien trata con expertos es quién va a la universidad o hace un Máster Universitario, donde hay un control de calidad (aunque he de reconocer que no todo Master es la panacea, solo hay que poner el ejemplo de los vergonzosos Master en Homeopatía que ha habido en España). Para vender su método además incluyen fotos suyas sin camiseta (timo de si yo puedo tú puedes) y en algunas ocasiones fotos de antes y después de clientes suyos, donde en muchas ocasiones no se ve la cara (claramente porque no son ni la misma persona).
Te hacen sentir único, especial o parte de una comunidad
Te hacen creer que tienen un método único de entrenamiento, un método revolucionario alejado de lo que se enseña en las universidades. Si no tengo estudios universitarios, o deseo competir con opciones formativas oficiales, la manera de venderme es decir que esos estudios no son tan buenos como parecen. Yo sé mucho más, no me he dejado “contaminar por esas enseñanzas”. La idea es vender que te voy ayudar de una manera que nadie más puede, las grandes empresas, universidades, farmacéuticas, te venden cosas que no necesitas, yo te diré la verdad.
Las cosas originales no son buenas
Suelen venir acompañados de un ataque al gluten, carbohidratos, pero no tardan en venderte (de manera disimulada) suplementos. Llevo 15 años dedicándome al alto rendimiento y los suplementos apenas ayudan a mejorar el rendimiento. Si observas cuidadosamente la literatura, puedes observar que milagros no hacen e incluso en muchos casos, como con las vitaminas y minerales antioxidantes, el rendimiento puede disminuir.
Su conocimiento sobre biomecánica y anatomía funcional es escasa
En ocasiones recomiendan el uso de ejercicios de halterofilia o powerlifting. Ejercicios que suponen una gran complejidad y un factor de riesgo importante en la espalda baja. Mayor es el riesgo si, como le sucede a la mayoría de población, tienen falta de movilidad en la cadera. Aspectos como este último pueden no ser mejorables por su propia anatomía ósea y, solo por el hecho de intentarlo, ya esté poniendo su salud en peligro. Como dijo recientemente Ben Bruno “Los movimientos olímpicos pueden estar bien para los jóvenes atletas. Para la población general adulta son una excelente manera de lesionarse”.
Cometen el error de pensar que con leer en pubmed resúmenes de estudios científicos (abstracts) ya saben de entrenamiento. Basándose en esto y en la lectura de algún libro que debería estar más que olvidado, proponen ejercicios de estiramientos contraindicados, cuyo uso más tarde o temprano provocará una falta de estabilidad articular y un mayor riesgo de sufrir lesiones.
En resumen
Si ves por internet o en persona a alguien que tiene uno de estos 5 puntos, no desperdicies tu salud y dinero siguiendo sus consejos.