Todo contador de pasos puede catalogarse en función de la parte del cuerpo donde se coloca y el mecanismo que utiliza para identificar que hemos dado un paso. Este mecanismo puede ser mecánico o un acelerómetro, utilizado por todos los dispositivos electrónicos de última generación que conocemos.
En el artículo anterior titulado «Número de pasos, salud y prevención de enfermedades» os explicaba todo lo que sabemos a día de hoy sobre número de pasos diarios y salud. Diversos organismos, entre los que se encuentra la OMS o la American Heart Association, han decidido establecer la cantidad mínima de actividad física recomendable en función del número de pasos diarios. Para dicha tarea necesitamos un contador de pasos. Hay muchas marcas y modelos, nadie quiere quedarse atrás en este repentina carrera por medir la actividad física sin sentirse culpable por ello, sin necesidad de ocultarlo. El problema, tal y como explicaba en dicho artículo, es que no se ha estandarizado legalmente una precisión mínima. Cada marca y modelo utiliza un mecanismo y un algoritmo diferente de manera que solo podemos fiarnos de que la cifra sea la correcta.
A pesar de la disparidad de precisión entre marcas y modelos, y de la poca información existente, podemos conocer la fiabilidad del contador de pasos en función de su mecanismo y el lugar del cuerpo donde se coloca.
Contador de pasos de cintura – Mecanismo mecánico
Aquellos con la edad suficiente como para haberlos conocido recordaréis un pequeño dispositivo, normalmente rectangular, con aspecto parecido a un busca o beeper, pero con un tercio del tamaño, que se colocaba de igual manera en en cinturón o, en su defecto, en la cintura del pantalón o falda. Normalmente disponía de una tapa y al abrirlo descubríamos una pequeña pantalla con el número de pasos realizados junto con el botón de puesta en marcha que solía servir también para poner el contador a cero.
Aquellos dispositivos funcionaban con un mecanismo mecánico que se activaba cada vez que una fuerza superaba la resistencia que venía por defecto (alrededor de 0,35g). Se consideraba que el impacto de un paso superaba con creces esta resistencia activando el mecanismo y sumando un paso más.
El problema con este tipo de mecanismos es que si el paso era lento corría el riesgo de no superar la resistencia y no contaba el paso. A partir de una velocidad de 5 km/h la precisión era altamente fiable, pero por debajo de esta cifra contaba alrededor de tres de cada cuatro pasos. A una velocidad inferior a 1,5 km/h dejaba de detectar los pasos. Todo esto hacía que no fuera una opción fiable en tercera edad, justo la población donde más usado era para medir la actividad física por parte del personal sanitario que así lo consideraba. También se ha documentado pérdida de precisión por infravaloración con personas obesas.
Contador de pasos de cintura – Acelerómetro
En este caso el dispositivo es similar pero con un acelerómetro electrónico normalmente triaxial, es decir, con posibilidad de registrar movimientos en tres planos. El funcionamiento es similar al caso anterior pero con mayor precisión aunque siguen siendo poco fiables a baja velocidad. Algunos modelos que entran en esta categoría son Omron HJ-720, New Lifestyles NL-200, Fitbit One y Fitbit Zip. El modelo de Omron y el de New Lifestyles han demostrado ser igual de precisos con individuos obesos.
Contador de pasos de bolsillo
Funcionan igual que los modelos para llevar en la cintura y, de hecho, suelen ser los mismos a los que se les ha quitado el broche para engancharlo al pantalón, falda o cinturón. En esta categoría deberíamos incluir las aplicaciones de los teléfonos móviles puesto que igualmente usan un acelerómetro triaxial y se llevan normalmente en el bolsillo afectándole igualmente los diferentes problemas de precisión. Algunos modelos, además de los mencionados anteriormente, son Phillips DirectLife o Misfit Shine.
Contador de pasos de tobillo
El contador de pasos más preciso que se conoce se llama StepWatch y se encuentra en esta categoría. Al ser la parte del cuerpo que más se mueve y que, además, genera un movimiento más amplio con cada paso, es lógico que cualquier sistema sea más efectivo en este punto. El margen de error de este dispositivo es del 1-2%, sin que le afecte la velocidad de la marcha, la amplitud del paso, o la obesidad. Un estudio ha demostrado que es preciso midiendo los pasos realizados incluso realizando tareas del hogar. El único inconveniente de este dispositivo, según se ha documentado, es que contaría pasos si se va en bicicleta aunque no tenemos claro que, si el objetivo es medir la actividad física, esto sea un problema. Si efectivamente lo fuera tan solo habría que apagarlo o quitarlo del tobillo.
Contador de pasos de pie
El segundo tipo más preciso después de los sistemas de tobillo, se suele enganchar fácilmente a los cordones de los zapatos o zapatillas. Cada vez que el pie se eleva y vuelve a hacer contacto con el suelo cuenta un paso. Su precisión y ventajas son, por tanto, similares al sistema anterior aunque también comparte las posibles fuentes de error.
No es nada nuevo y quienes llevan años midiendo la velocidad de carrera lo recordarán. Antes de que aparecieran los sistemas por GPS, algunas marcas como Suunto ya contaban en su catálogo con un dispositivo que se anclaba a los cordones de la zapatilla y medía la velocidad a través del número de pasos. Evidentemente tenía un gran margen de error debido a que, conforme aumentamos la velocidad, no solo aumenta el número de pasos sino también la amplitud de la zancada y la distancia recorrida.
Contador de pasos de muñeca – pulseras y smartwatch
Sin duda el sistema más conocido y el que ha hecho que mucha gente descubra el beneficio de contar los pasos diarios. Debido a que son estéticamente más compatibles con el día a día, pero también al reciente fenómeno donde cuidarse es algo que se exhibe sin complejos, es la opción más utilizada hasta el punto que la mayoría desconocerá el resto de opciones. Un estudio reciente documentó un margen de error por infravaloración medido en máquina andadora de hasta un 10% en los modelos Fitbit Flex, Garmin Vivofit y Jawbone Up. No obstante, teniendo en cuenta que el objetivo es alcanzar un número de pasos diarios, y mientras el margen de error sea siempre por infravaloración, no parece un gran problema. También se considera que el margen de error del Apple Watch o Samsung Gear S2 es aceptable al menos en condiciones normales. No obstante, no se ha medido el margen de error realizando tareas cotidianas o andando a velocidades bajas donde se ha demostrado que la mayoría fallan.
Es importante resaltar que todo dispositivo en la muñeca no contará pasos mientras este segmento del cuerpo realice el balanceo propio de la marcha en circunstancias normales. Esto significa que si vamos andando mientras hablamos por teléfono, y éste lo sujetamos con la mano donde llevamos el contador de pasos, no contará pasos. Lo mismo ocurrirá si estamos andando en la cinta con las manos apoyadas en cualquier sitio o bien si vamos empujando un carrito. Por el contrario, si gesticulamos con la manos al hablar puede contar pasos de más.
A diferencia del resto de sistemas donde el margen de error es por infravaloración, algo menos importante si el objetivo es alcanzar una cifra mínima de actividad física, con este tipo de dispositivos se ha detectado la posibilidad de la sobrestimación en función del uso que cada uno haga de sus brazos. Un estudio reciente realizado por Tudor-Locke (2015) documentó una media de cerca de 2500 pasos más cuando se utilizaba este tipo de dispositivos en comparación con
Puntos clave
- El número de pasos diarios es una variable válida para medir la actividad física en relación a la salud y prevención de enfermedades.
- Un contador de pasos es fundamental para esta tarea. Existen muchas marcas y modelos pero no una ley que garantice una precisión mínima.
- En función del lugar de colocación y el mecanismo utilizado la precisión cambia considerablemente.
- El contador de pasos más preciso es el colocado en el tobillo (Stepwatch). En segundo lugar los alojados en el pie, normalmente enganchado a los cordones de los zapatos o zapatillas. Después los sistemas de cintura y bolsillo con acelerómetro. En cuarto lugar, y últimos de entre los que utilizan un acelerómetro para contar pasos, los sistemas de muñeca, en forma de pulsera o smartwatch. Por detrás de estos últimos sólo encontramos los sistemas mecánicos de cintura, obsoletos.
- El margen de error suele ser por infravaloración, es decir, cuentan menos pasos de los reales, por lo que, si el objetivo es alcanzar una cifra mínima, no es un gran problema. No obstante, los sistemas de muñeca son los únicos que pueden contar más pasos de los reales en función del uso que se de a los brazos.
Referencias
Bassett, D.R., Toth, L.P., LaMunion, S.R. et al. Step Counting: A Review of Measurement Considerations and Health-Related Applications. Sports Med (2016).
Por Sara Tabares, entrenador personal en Valencia, periodista y directora de PERFORMA Entrenadores Personales. Puedes leer el resto de sus artículos aquí.